
Mercedes-AMG ya tiene en su catálogo, su primer híbrido enchufable, los tiempos cambian pero no la filosofía de la marca, que nos ofrece ahora, una brutal versión de su modelo GT, recientemente actualizado, de cuatro puertas, con el nombre de Mercedes-AMG 63 SE Performance.
Conjuga perfectamente un motor V8 biturbo de 4,0 litros con un motor eléctrico, que generan una potencia combinada de 620 kW (843 CV) y un par motor combinado de más de 1.400 Nm, si a esto le sumamos la respuesta inmediata de la propulsión eléctrica en el eje trasero con diferencial autoblocante controlado electrónicamente, el aumento rápido del par y la distribución mejorada del peso entre los ejes nos encontraremos con una experiencia de conducción que lo convierte en el más potente no de la gama sino de AMG.

El Mercedes-AMG 63 S E Performance acelera de 0 a 100 km en solo 2,9 segundos, la cota de 200 km / h se alcanza en menos de diez segundos, este descomunal impulso termina cuando el velocímetro señala 316 km.

El motor eléctrico de 150 kW (204 CV) se ubica en el eje trasero, en donde se combina con una transmisión de dos marchas con acoplamiento eléctrico y un diferencial autoblocante del eje trasero con regulación electrónica para configurar una unidad de propulsión eléctrica (Electric Drive Unidad, EDU) de dimensiones compactas. La batería ligera de altas prestaciones, está dispuesta también en la zaga del vehículo, por encima del eje trasero. Este dimensionamiento compacto aporta ventajas como que el motor eléctrico actúa directamente sobre el eje trasero y, por lo tanto, puede convertir de forma inmediata la potencia en fuerza de propulsión, y ejercer así un efecto boost al ponerse en marcha, al acelerar o al adelantar, o que el par motor máximo está disponible desde el primer giro del eje, lo que permite un comportamiento extremadamente ágil a pesar de las dimensiones del vehículo.

La batería de altas prestaciones del AMG GT 63 SE PERFORMANCE tiene una capacidad de 6,1 kWh, una potencia en régimen continuo de 70 kW y una potencia máxima de 150 kW. Para la carga se utiliza el cargador de 3,7 kW instalado en el vehículo, que se conecta a una estación de carga, a una Wallbox o a una caja de enchufe doméstica. La batería está dimensionada para un intercambio rápido de potencia, tanto de entrega como de recarga y no para una autonomía especialmente amplia, como sucede en otros modelos.

Dado que la batería de alto rendimiento trabaja siempre en el rango ideal de temperatura de unos 45 grados por acción de la refrigeración directa, es posible optimizar también la recuperación. Normalmente, una batería se calienta fuertemente si aumenta la potencia de recuperación, de modo que es preciso restringir la recuperación eléctrica.
La recuperación comienza en el momento en que el conductor levanta el pie del pedal del acelerador, es decir, en régimen de retención sin pisar el pedal de freno. Durante esta fase se carga la batería y se genera un momento de frenado elevado, con lo que disminuye el desgaste de los frenos de servicio en las ruedas que, en función de la situación del tráfico y el nivel de recuperación, ni necesitan intervenir. El conductor puede accionar la tecla AMG en el lado derecho del volante para elegir entre diferentes potencias de recuperación. Esto se aplica en todos los programas de conducción, con excepción de «Calzada resbaladiza», si bien la recuperación puede variar según el programa de conducción activo.

- Nivel 0: el vehículo se comporta como un modelo convencional con motor de combustión y cambio manual, La potencia de recuperación es muy reducida
- Nivel 1: el que el conductor percibe la recuperación, correspondiente aproximadamente a la deceleración de un motor de combustión interna embragado.
- Nivel 2: recuperación intensa; no es necesario accionar el pedal de freno
- Nivel 3: máximo nivel de recuperación energética. En este nivel es posible la conducción «One-Pedal», como en un vehículo exclusivamente eléctrico. En función de la situación de conducción, es posible devolver una batería más de 100 kW de potencia.

Como os hemos indicado, el AMG GT 63 SE PERFORMANCE, utiliza un motor AMG V8 biturbo de 4,0 litros con 470 kW (639 CV) y un par máximo de 900 Nm, disponible en una amplia gama de revoluciones, desde 2.500 hasta 4.500 rpm. Este dimensionamiento armoniza a la perfección con el motor eléctrico, que alcanza su par máximo de 320 Nm desde el primer giro de las ruedas.
El coche dispone de siete programas de conducción, Electric, Comfort, Sport, Sport+, Race, Carretera resbaladiza, Individual, en todos ellos la tracción integral 4MATIC+ es permanente.

El sistema de frenos cerámicos de alto rendimiento AMG con discos compuestos y pinzas fijas con 6 émbolos de color bronce delante, y pinzas de garra de 1 émbolo detrás. Este sistema está adaptado al elevado dinamismo del vehículo, y presenta mayores dimensiones que en los modelos equipados solamente con un motor de combustión interna. Los discos de freno son de cerámica y fibra de carbono en el eje delantero y miden 420 x 40 milímetros mientras los del eje trasero miden 380 x 32 milímetros.

Más información en: www.mercedes-amg.com .
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